22 septiembre 2023

Gestión de riesgos en presas de relaves mineros

El desastre producido por la ruptura de una presa de relaves mineros en julio de 2022 en la comunidad de Agua Dulce ubicada en Potosí (Bolivia), permite recordar que los desastres ambientales no conocen de límites geopolíticos, pues sus efectos pueden ser trasmisibles más allá de la zona de su ocurrencia, siendo el mayor temor asociado a este evento el posible riesgo de contaminación del Río Pilcomayo, cuyo curso que nace en Bolivia, atraviesa Argentina y Paraguay, por lo que los efectos podrían no limitarse a la región donde falló la presa sino a los demás territorios por los cuales discurre este cuerpo de agua. Ante eventos como este que solo es el más reciente, es importante resaltar la necesidad de aplicar la gestión de riesgos a este tipo de estructuras.

La descarga continua e incontrolada de residuos mineros al río Pilcomayo desde el inicio de la actividad minera en Potosí (Bolivia) hace varios siglos hacen que este cauce mantenga una alta concentración de contaminantes que se extienden a Paraguay y Argentina.

Las presas de relaves mineros son estructuras diseñadas y administradas para contener los desechos o subproductos resultantes de la actividad minera que no pueden acopiarse en escombreras u otros medios. Este tipo de presa, está regulado internacionalmente, y cuenta con lineamientos para su diseño y control, como es el caso del Estándar global de gestión de relaves para la industria minera, producido en el año 2020 por el Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM). Desafortunadamente, estos estándares en algunos países no cuentan con una normativa técnica y legal, que fiscalice su aplicación y establezca los controles mínimos tanto para la obtención de permisos como para la inspección de este tipo de presas, al estado actual del arte y conocimiento de estas estructuras.

La ruptura de la presa de relaves de Brumandinho en el 2019 en Brasil es una de las peores catástrofes mineras y ambientales de los últimos años.Estas falencias dan pie a la constitución de un marco vulnerable cuyo producto puede materializarse en el colapso de estas presas o como son conocidas en algunas regiones de Latinoamérica, diques de cola o presas de jales.

En el caso boliviano, donde no existe una norma técnica regulatoria específica, pero si un Reglamento Ambiental para Actividades Mineras publicado el 31 de julio de 1997, y decretos como el Decreto Supremo Nº 28197, 3 de junio de 2005 y el Decreto Supremo Nº 28829 de agosto de 2006, en los cuales respectivamente, se declaraba Emergencia Departamental en Potosí debido a los severos impactos ambientales ocasionados por la contaminación minera en dicho Departamento, particularmente en la cuenca del Río Pilcomayo (el mismo río involucrado en el evento de 2022) y que según registra la Ley Nº 3037 de 29 de abril de 2005, dicha cuenca se declaró zona de emergencia y desastre ecológico nacional; y temas técnicos sobre estudios y licencias para la construcción del dique de colas San Antonio debido a problemas con los diques Laguna Pampa I y Laguna Pampa II, ambos localizados en el Departamento de Potosí, en ambos decretos se hace referencia a  la Ley Nº 2140 de 25 de octubre de 2000 para la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres.

Imagen del Departamento de Bomberos de Minas Gerais que muestra una vista aérea posterior al colapso de la represa de Brumadinjo, que pertenecía a la minera brasileña Vale, en el sureste de Brasil, el 25 de enero de 2019.

En el Reglamento Ambiental mencionado, se hace referencia a los impactos, y condiciones para el manejo de los residuos mineros y las aguas, entre los artículos 25 al 53, y del 112 al 126 a los trámites y permisos requeridos para la actividad minera, sin embargo, estos documentos y los previamente señalados distan de aproximarse a lo que implica un Estándar técnico, acorde con las normas internacionales, lo cual queda en evidencia al ver la fecha de todas estas publicaciones, que en línea general plantean planes de monitoreo y de contingencia, los cuales sobre todo en la minería cooperativa en el país parecieran no existir.

Las presas de relaves según la práctica estandarizada internacional deben ser sometidas a análisis de estabilidad contra desbordamientos, estabilidad contra el flujo incontrolado, estabilidad contra la erosión interna y estabilidad contra la licuefacción, así como de estudios integrales para la caracterización de riesgos y del sitio de emplazamiento.

Las presas de relaves deben ser inspeccionadas siguiendo protocolos para garantizar su seguridad.

Investigadores como Foster (2000), Blight y Villavicencio refieren como las fallas más comunes de las presas la inestabilidad de taludes estática o sísmica, la licuefacción estática y sísmica del muro resistente, el rebalse y vaciamiento, las deformaciones excesivas del muro resistente, la erosión interna del muro resistente, la inestabilidad del suelo de fundación y la erosión del muro resistente por efecto hídrico o eólico. Por otro lado, la BOCOLD registra que las causas de al menos en el 25% de fallas de presas de relaves son desconocidas debido a que se trató de presas muy antiguas que no fueron suficientemente documentadas o de presas en las que no se siguió un protocolo de investigación acorde.

Vale destacar en este punto la reflexión de Michael Davis (2002) respecto al colapso de estas estructuras “Si se estudia la historia de casos de falla de presas de relaves… surge una conclusión única. Estas fallas – todas y cada una – eran completamente predecibles en retrospectiva… hubo falta de capacidad de diseño, mala administración (construcción, operación o cierre) o una combinación de ambos, en todos y cada uno de los casos. Si se ignoran los requisitos básicos de diseño y construcción, la candidatura de una presa de relaves como un posible caso de falla es inmediata.”

Lo señalado previamente da soporte a la necesidad de contar con profesionales capaces y aptos para la realización tanto de diseños, como de la ejecución y del monitoreo e inspección de las presas de relaves, y de instaurar planes de gestión de riesgos para estas estructuras, para que en conjunto se mitiguen tanto las situaciones imprevistas como los actos negligentes, que en cualquier momento pueden cobrar saldos muy costosos tanto en lo económico como en lo ambiental, y en muchos casos, en vidas humanas.

Estas represas, que normalmente son vistas como pasivos para la industria minera, contienen materiales que en tiempo reciente han ido ganando interés por el posible aprovechamiento económico que puede hacerse de ellos, por lo que su carácter de pasivo económico está revirtiéndose, pero si no se implementan planes de gestión de riesgos para las mismas, más allá de esa connotación de “gasto no recuperable” pasarán a constituirse en dramáticos pasivos ambientales cuyos daños traspasen las fronteras de los territorios donde se localice la actividad minera en cuestión.

El agua proveniente de relaves mineros previo tratamiento ha podido utilizarse en cultivos de forma exitosa en lugares con recursos hídricos limitados.

Entrevista al Dr. Nick Barton.

El pasado año se celebró en la ciudad de Cochabamba el I Congreso Boliviano de Geomecánica, allí tuvimos el privilegio de asistir a las conferencias dadas por el Dr. Nick Barton, autor de 260 publicaciones de geotecnia y creador del sistema Q para clasificación de macizos rocosos, de los parámetros de resistencia al corte de discontinuidades de macizos rocosos JRC y JCS, de los métodos QTB y Q SLOPE y co-desarrollador de las leyes constitutivas Barton-Bandis entre otros méritos. Fue en ese mismo evento en que tuvimos la oportunidad de realizarle una breve entrevista al Dr. Barton, que a continuación transcribimos:

Entrevista: (P: Pregunta, NB: Nick Barton)

P: ¿Cuál es el principal desafío que los ingenieros geotecnistas deben superar en el siglo XXI?

NB: Es una pregunta importante. Me voy a referir a una cuestión que se ha planteado desde hace años y que es uno de los problemas clave en la ingeniería de rocas en cuanto a la durabilidad de los parámetros de resistencia interna. Referido al modelo de Mohr-Coulomb, que ha sido utilizado históricamente, el cual característicamente utiliza los parámetros cohesión y ángulo de fricción interna, usualmente se plantea una degradación con el tiempo de las propiedades cohesivas de las rocas pero manteniendo las propiedades friccionantes. Esto debería estudiarse mejor para poder también reducir las propiedades friccionantes y describir así correctamente los esfuerzos de cizalla en los macizos rocosos. Algunas personas ya están haciendo esto.

Por ejemplo, al monitorearse la falla progresiva en un talud, lo que no ocurre instantáneamente, sino por etapas hasta alcanzar la falla, los parámetros friccionantes deben ir degradándose gradualmente. Esa es la razón por la que muchos datos no resultan lógicos en la descripción de la resistencia a los esfuerzos en modelos numéricos, y estos modelos terminan siendo incorrectos. Necesitamos hacer desarrollos en esa materia y mejorar esto en los siguientes cincuenta años pues no se hizo suficientemente bien en los últimos 50 años.

P: Considerando su último comentario, ¿considera más relevante la experiencia del profesional que el sustento de un modelo numérico?

NB: Sobre eso tuve un muy interesante caso hace unos diez años, con un paquete informático que tenía el modelo más usado por muchas personas en ese momento y que aún muchos usan. Este modelo fallaba en la predicción de zonas plásticas alrededor de un pequeño túnel, indicando zonas plásticas que realmente no existían, y mostrando condiciones que definían toda una zona dañada debido, precisamente, a los resultados numéricos imprecisos de esta interpretación errada.

Mientras ocurría la discusión se agotó el tiempo estipulado para los trabajos, tras lo cual debió actuar el inversor de la obra. Estas personas trataron de argumentar que todo el material estaba plastificado y que por lo tanto, el túnel no estaba diseñado con el  soporte estructural adecuado. Pero eso era en realidad una exageración total del modelo numérico, el cual no concordaba con la práctica usual y los resultados estaban fuera de la lógica. Por ello, yo me inclino más al uso de los sistemas de clasificación de macizos que al de los modelos numéricos, pues en la práctica de la mecánica de rocas el empirismo que se desarrolla con estos sistemas se acerca mucho más a la realidad, mientras que los modelos numéricos se apoyan en muchos supuestos que quienes los utilizan eventualmente no los conocen bien y los conducen a interpretaciones equivocadas.

P: En su criterio, ¿cuál es la más potente herramienta que los estudiantes y nuevos ingenieros geotecnistas deben aprender a utilizar para un buen desempeño profesional?

NB: Es muy importante que los nuevos profesionales aprendan a usar las herramientas adecuadas. Esto no es tan fácil y necesita ser más desarrollado. Quisiera hablar de dos puntos que considero fundamentales como herramientas:

El primer punto es respecto a las perforaciones. Es muy común que los ingenieros traten de resolver sus interpretaciones solo a partir de perforaciones verticales, cuando con estas es realmente poco probable que se puedan interceptar todos los planos de discontinuidades que deben ser observados. Por este motivo pienso que debería recurrirse a utilizar perforaciones inclinadas complementarias para tener una interpretación más completa y realista.

El segundo punto tiene que ver con el modelo de caracterización geomecánica. Considero que los nuevos ingenieros deberían usar el Sistema Q de clasificación en lugar de otros sistemas porque el sistema Q define un rango de magnitudes en vez de un solo orden de magnitud. Este sistema permite caracterizar un amplio rango con el que se puede describir la naturaleza en los macizos rocosos de manera más realista, lo que nos lleva a una ecuación muy simple que hasta ahora funciona, y que tiene propiedades valiosas con muchos casos registrados. El sistema Q es como un proceso de aprendizaje, en el que los registros de casos que se tienen nos deben indicar qué acciones deben tomarse.

Hacia el final de esta amena entrevista, quisimos conocer la opinión del Dr. Barton sobre las aplicaciones desarrolladas para los celulares que permiten usar el sistema de clasificación Q y otros similares.  Su respuesta la transmitió con una sencillez que pocas personas del calibre de su genio mantienen tras una carrera de tantos logros profesionales y contribuciones a la proyección del estado del arte de una ciencia aplicada:

NB: Tengo referencia de esas aplicaciones, pero el hecho es que yo no uso teléfonos celulares, me rehúso a ello, utilizo mi computador cuando lo necesito, y esto ocurre varias veces al día, pero prefiero no tener que cargar con un computador todo el tiempo en mi bolsillo.

De esta forma culminó la entrevista que hicimos al Dr. Nick Barton, quien además de un gran profesional demostró mucha calidez, cordialidad y buen humor.

*Agradecemos la colaboración en la transcripción del Prof. Wagdi Naime.

I Workshop de Ventilación Subterránea

El pasado 13 de marzo Sobreriesgos junto a DSI Underground Latam y ABC Ventilation llevaron a cabo el I Workshop de Ventilación Subterránea en la ciudad de Cochabamba en Bolivia, con el objetivo de destacar la importancia de este proceso en la construcción y operación de labores subterráneas, en la que se dieron cita representantes de empresas mineras, proyectos hidroeléctricos y viales entre otros.

Apertura del I Workshop de Ventilación Subterránea por parte del Ing. Gary Thorinson.

El I Workshop de Ventilación Subterránea contó con la asistencia de participantes de Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela y fue avalado por el Comité Boliviano de Grandes Presas (BOCOLD), la Sociedad Boliviana de Geomecánica (BAG) y la Asociación Boliviana de Túneles (ABOTÚNEL).

Desarrollo del Workshop.

Durante el Workshop se presentaron cuatro conferencias de parte de los ingenieros Gary Thorinson, Ángel Herrera y Miguel Ángel Morales, quienes disertaron respecto a los siguientes temas:

-Riesgos asociados a problemas con ventilación en excavaciones subterráneas.

-Elementos de fortificación para obras subterráneas.

-Consideraciones para dimensionamiento y diseño de sistemas de ventilación.

-Selección de equipos y componentes para sistemas de ventilación de alto desempeño.

Conferencistas del I Workshop de Ventilación Subterránea (de izquierda a derecha: Miguel Morales, Ángel Herrera y Gary Thorinson).

DSI Underground Latam, ABC Ventilation y Sobreriesgos llevaron a cabo este evento buscando contribuir al fortalecimiento técnico de la ingeniería subterránea en la región, brindando soluciones prácticas y aplicadas sobre un proceso que usualmente no recibe la suficiente atención, y que tiene incidencias en el área operativa, económica y especialmente en la seguridad del personal.

Conferencia de parte de Sobreriesgos: «Riesgos asociados a problemas con ventilación en excavaciones subterráneas».

 

Participantes y conferencistas del I Workshop de Ventilación Subterránea.

Sobreriesgos agradede a ABC Ventilation y a DSI Underground Latam por la confianza depositada en nosotros y el gran apoyo recibido, iniciando con este Workshop una nueva etapa en la que traeremos a ustedes más eventos de alto nivel dentro de la ingeniería aplicada para la reducción de riesgos, la optimización de procesos en proyectos ingenieriles y la adaptación al cambio climático en América Latina.

Staff de Sobreriesgos en el I Workshop de Ventilación Subterránea.

Flujos de detritos de Tiquipaya: la reincidencia en los errores

En el año 2018 realizamos una investigación titulada “Identificación de procesos asociados a la generación de flujos de detritos en Tiquipaya” a raíz de los desastres producidos en esa región del departamento de Cochabamba en Bolivia durante el mes de febrero de 2018, este trabajo fue presentado en el Congreso Geológico de Chile del 2018 y en el Foro Internacional de Gestión de Riesgos de Desastres celebrado en Ecuador en noviembre de 2019, en el cual se analizaban las condiciones ambientales y los procesos antropogénicos que incidían negativamente sobre el Parque Nacional Tunari.

Entre estas condiciones y procesos se incluían el aumento de la presión urbana en los límites del parque, la elevación del número de incendios al año, la reducción de áreas boscosas, la intensificación de procesos erosivos y extractivos, la generación de diques naturales, la ocupación de áreas naturales de inundación y el aumento extraordinario de la pluviosidad.

El Parque Nacional Tunari sufre una elevada presión urbana en la que nuevas ocupaciones se instalan en sitios donde se localizan abanicos aluviales (flechas azules), constituyendo una situación de riesgo debido al continuo aporte de material en estas zonas. Parte del trabajo de investigación realizado por Sobreriesgos.

Desafortunadamente, los mismos procesos que se señalaron en ese trabajo se mantienen presentes, y en muy breve lapso han contribuido en la materialización de un nuevo desastre, el cual ocurre en el mismo mes a dos años de la pasada tragedia, y que en el registro histórico incluido en la investigación citada ya reflejaba eventos similares en los años 2013, 2015, 2016 y 2017, además del abordado en el trabajo del 2018. En esta última ocasión, la zona más afectada fue Molle Molle Noreste, en el distrito 5 de Tiquipaya (foto del encabezado cortesía del Ing. David Suntura).

Efecto de los flujos de detritos producidos en el 2020. Fuente. diario La Razón.

Ante una frecuencia tan elevada es más que necesario cuestionarse, es ¿si la población que reside en las zonas afectadas percibe adecuadamente los riesgos ambientales?, ¿las gestiones gubernamentales municipales y departamentales han gestionado la problemática de manera correcta?, ¿cuántas veces deben repetirse estos eventos para que se trabaje en la prevención de los desastres?

Es claro que este es un escenario complejo en el que se ha reincidido en una conducta reactiva sobre la preventiva, y que no se han corregido de fondo las causas por lo cual las consecuencias son muy similares, por lo que los errores se siguen repitiendo. Pero lo que más habría que lamentar es que los recursos invertidos en tareas para la recuperación como son la remoción de fango, la reparación de vías y torrenteras, la atención a damnificados y la reparación de viviendas, ha podido invertirse en mantener los cauces limpios, reforestar las áreas verdes, construir represas para control de sedimentos, capacitar a la población e implementar sistemas de alerta temprana, en general, en prevención, lo cual además de ser más redituable también protege a la población y reduce los gastos en acciones reactivas.

*Agradecimiento especial por el registro fotográfico y datos al Ing. David Suntura.

I Congreso Boliviano de Mecánica de Rocas (CONBOLMER 2019)

El pasado mes de julio se realizó en la ciudad de Cochabamba el I Congreso Boliviano de Mecánica de Rocas, organizado por la Asociación Boliviana de Geomecánica (BAG), este evento tuvo entre sus temas el estudio de casos históricos, fundaciones de presas y puentes, la investigación de campo y trabajo de laboratorio, el análisis de la estabilidad de taludes y el cambio climático, la instrumentación y auscultación geotécnica y el tema principal que fue la ejecución de obras subterráneas.

Ing. Miguel Morales realizando su disertación en el I CONBOLMER

Sobreriesgos participó en este congreso presentando la conferencia titulada “Controles aplicados a los fluidos provenientes de la excavación de túneles”, tema con relevancia tanto en el aspecto constructivo por la complejidad que puede implicar la interacción del agua con los materiales utilizados en la ejecución de la obra, como por el impacto en los rendimientos y dificultad para la realización de las tareas, además de la relevancia ambiental del adecuado monitoreo y disposición de los efluentes dada las posibles consecuencias asociadas al retorno al ciclo hidrológico de fluidos con características físico-químicas diferentes a la de los sitios de vertido.

Se destacó en esta conferencia la necesidad de contar con una adecuada caracterización hidrogeológica desde la etapa de diseño para establecer una línea base, y de fortalecer la información conocida con todos los estudios geotécnicos que sean necesarios en las etapas ulteriores.

En la presentación se hizo referencia a los efectos señalados por Palstrom (2009) de la presencia de agua en los túneles, teniendo que se pueden producir aumento de los esfuerzos sobre el sostenimiento, reblandecimiento del relleno presente en las discontinuidades y dificultades operativas.

SOBRERIESGOS presente en el 1er Congreso Boliviano de Mecánica de Rocas

Esta primera edición del Congreso Boliviano de Mecánica de Rocas fue una importante cita donde se hizo una revisión bastante amplia del estado del arte de la geomecánica asociada a los proyectos que se ejecutan actualmente en territorio boliviano, pero también dio espacio a la presentación de casos de estudio singulares en otras regiones del mundo, la difusión de nuevas alternativas tecnológicas para solucionar problemas complejos y recibir de parte del Dr. Nick Barton y la Dra. Eda Freitas de Quadros (invitados especiales al vento) cátedras magistrales, una entrevista al Dr. Barton realizada por Sobreriesgos será publicada próximamente en este portal.

Queremos destacar la necesidad de que eventos como este Congreso, puedan seguirse planificando y realizando en Latinoamérica, pues son muchos los desafíos que aún no se han superado en la ingeniería aplicada a las obras subterráneas y que requieren del consenso de investigadores y profesionales.

*Si desea acceder al material de la conferencia presentada por Sobreriesgos solicítelo al correo mmorales@sobreriesgos.com

Reflexiones sobre los incendios forestales en el Amazonas central

Escribir sobre los grandes y recientes incendios forestales en el amazonas central entre Bolivia y Brasil, requería de un tiempo prudente para considerar el efecto complejo de un desastre de tan gran magnitud, el cual no se limita a la inmensa combustión de biomasa y los consecuentes incrementos de gases contaminantes en la atmósfera, sino que se proyecta en la irremediable pérdida de recursos compartidos y el beneficio que los mismos aportaban a todo el planeta.

Si algo ha dejado en claro el manejo del desastre representado por los incendios en la amazonia central es la prevalencia del carácter reactivo sobre el preventivo en la implementación de acciones de respuesta; de una respuesta sub-dimensionada y armada prácticamente de voluntad espontánea pero sin herramientas ni coordinación; de la irresponsable toma de decisiones divorciada de un análisis de los impactos ambientales de las intervenciones sobre áreas sensibles; del mantenimiento de prácticas insostenibles y totalmente nocivas  como el chaqueo* por parte de sectores de la comunidad,  que son justificadas por ser parte de un “acervo cultural ancestral”; de la falta de compromiso de los estados en asumir acciones correctivas necesarias que implican altos costos políticos; y mientras todo lo descrito se desarrolla, la selva amazónica arde.

Un singular aspecto presente en tragedias como las referidas, es la abrumadora insensibilidad pública, que ve en estos hechos sucesos aislados, ajenos a su interés y al espacio físico en el que hacen su vida, que incluso, dan pie a un ánimo “odiador” ante quien compartía información sobre los incendios ante la falta de cobertura mediática necesaria para una mayor presión ante los tomadores de decisiones. Tal vez el incremento de dióxido de carbono en el aire no solo degrada la calidad de esta mezcla de gases necesaria para la vida, sino que intoxica la racionalidad de la opinión pública.

El registro de la ocurrencia de incendios forestales en el amazonas central en la región amazónica compartida entre Bolivia y Brasil sobrepasa los 80.000, la cifra de hectáreas consumidas por el fuego aumenta a diario, el número de especies vegetales y animales que han perecido solo puede estimarse en aproximaciones que seguramente se quedan cortas, en lo que ha sido el más duro golpe a la biodiversidad sudamericana y el mayor agente intensificador de los procesos de degradación ambiental regional.

Nuestras selvas no solo son nuestros almacenes de carbono, también son la fuente de recursos que administrados racionalmente permiten mejorar la calidad de vida no solo del hombre, sino de millones de especies que cohabitan en las regiones perimetrales a las mismas, es un daño tan desproporcionado el que ha ocurrido que difícilmente podríamos ponerle un precio, pero que sin duda, todas las generaciones (aun las no nacidas) tendrán que pagar. Tal vez entre las especies desconocidas de la selva existió aquella planta con propiedades curativas que hasta podría vencer al cáncer u otras enfermedades, o especies endémicas que desaparecieron sin siquiera haber conocidas, pero difícilmente podremos saberlo ya.

Incendios forestales en la región amazónica central vistos desde el espacio. Foto: NASA-EOSDIS.

Nos queda entender, que el fuego inició por la mezcla de muchos de los actores descritos líneas arriba, y entender, que estos mismos actores siguen presentes en la cotidianidad, que si deseamos evitar desastres como el ocurrido, necesariamente debemos implementar acciones que ya de por sí son tardías, pero siguen siendo requeridas, porque parte del problema fue la respuesta demorada de en quienes se delegó la responsabilidad de administración y defensa territorial, pues no es igual combatir una llama incipiente en su inicio, que un insaciable monstruo de fuego como el que ha devastado la selva chiquitana.

Incendio en el amazonas central brasileño. Foto: Ricardo Moraes, Reuters.

La última reflexión que consideramos importante compartir es: que debe asimilarse que la gestión de riesgos es parte de la gestión ambiental, y esta lo es de la gestión política, siendo esta última la que define el modelo de desarrollo que las naciones y sus pueblos se fijan seguir, lo que implica que a muchos niveles se comparte la responsabilidad sobre la construcción de desastres como el incendio amazónico, incendio tan preocupante como los ocurridos en otras latitudes, y que en este caso, como en otros, pudo evitarse, porque si un desastre es evitable sobre muchos son justamente los incendios forestales, pues la mayoría de ellos, son provocados.

 

*El chaqueo o quema de pastizales son prácticas ancestrales y tradicionales en el territorio boliviano que reciben otras denominaciones en el resto de Latinoamérica, cuyo objeto es el avance de la frontera agrícola.

III Taller Seminario Internacional «Administración de Servicios Médicos en Emergencias y Desastres»

Los días 28 y 29 de junio del corriente se celebró en el Hospital Municipal de Cotahuma de la ciudad de La Paz, (Bolivia) el III Taller Seminario Internacional: Administración de Servicios Médicos en Emergencias y Desastres, evento auspiciado por el Servicio Departamental de Salud de La Paz (SEDES), el Equipo de Asistencia Médica en Desastres  de los Bomberos Antofagasta (EAMD), el Grupo de Gestión de Riesgos de la Federación Latinoamericana y del Caribe de Asociaciones de Ex-becarios en Japón (FELACBEJA), las asociaciones de ex-becarios de Ecuador, Chile, Perú, Uruguay  y Venezuela, y esta empresa.

Esta taller seminario contó con conferencias presenciales y video-conferencias de un grupo de profesionales en el área de la salud, la gestión de riesgos y emergencias, quienes compartieron desde diversos enfoques, aspectos fundamentales respecto a la planificación y manejo de los servicios médicos en circunstancias de crisis severas.

Poster del evento

En palabras de su organizador: el médico Carlos Oliver Llanos Valencia, responsable de emergencias y desastres del Servicio Departamental de Salud de La Paz “El seminario taller sirvió para identificar fortalezas del sistema de salud y del personal ante desastres, y logró crear una conciencia de prevención, misma que será incentivada con acciones posteriores en Gestión de Riesgos de Desastres; las vídeo-conferencias por su parte, ayudaron a identificar la necesidad de crear planes de emergencia y contingencia sobre la base de experiencias previas”.

Los temas desarrollados por SOBRERIESGOS.COM: “Aspectos a considerar en la inclusión de personas con capacidades diferentes en la Gestión de Riesgo de Desastres”y “Preparativos para situaciones de desastres en el sector hospitalario: directrices para la elaboración de ejercicios de simulacro  y simulación”, abordaron aristas complejas pero fundamentales en marco de la gestión prospectiva y correctiva de riesgos, resaltando la necesidad del trabajo multidisciplinario y la coordinación interinstitucional y comunitaria.

Ing. Miguel Ángel Morales. Conferenciante del evento.

Esta tercera edición del evento demuestra la necesidad de ser constantes en los esfuerzos para el fomento de la prevención y la preparación de profesionales, a través del compartir de experiencias foráneas y la retroalimentación con prácticas locales, lo que incentiva la optimización de la respuesta ante calamidades y a la vez, la reducción de la posibilidad de que estas se materialicen.

Desarrollo de la 1ra. Conferencia de SOBRERIESGOS.COM.

Para SOBRERIESGOS.COM este tipo de iniciativas debe ser siempre apoyadas para que puedan crecer con cada edición y lograr una mayor cobertura y difusión de la información.